Mi padre cumplió en abril 60 años..... 60!!!!! Y por supuesto en casa se hizo una celebración en condiciones, con toda su familia, sus amigos de siempre... 36 personas metidas en un salón jajajaja Milagrosamente entramos todos.
Quien conoce a mi padre sabe que si algo le caracteriza es el deporte. Le encanta verlo y a lo largo de su vida ha practicado muchos deportes y es lo que quería enseñar en esta tarta: ciclismo, hockey hierba, padel, tenis, ping pong y sobretodo fútbol sala.
La rueda de la bici fue un desastre. La que se ve en esta foto me gustó mucho como se quedó pero la hice muuuuy grande.Decidí intentar arreglarla con resultados desastrosos. Tuve q hacer una deprisa y corriendo y menos de bici parecía de cualquier cosa. El cordaje de la raqueta de tenis lo hice con hilo de coser y un trozo de cortón como soporte y después lo recubrí con fondant.
La tarta la hice de bizcocho de naranja bien melado con almíbar, relleno de crema de mascarpone y cubierto con ganache de chocolate. Como ya os puse en la receta este bizcocho está espectacular pero muy difícil de manejar y más con el tamaño de la tarta. La crema de mascarpone la sacamos de una receta de tiramisú y la verdad es que no era muy consistente, así que se empezó a espachurrar por todos los lados. Cundió el pánico pero el frío hace milagros y después de un par de horas de congelador se pudo salvar. De sabor buenísima!!!
Y el es así... con su bigote, sus gafas azules, su cordón de oro y su gran sonrisa. No me avergüenza decir que soy una niña de papa, así que está es sin duda la tarta que con más cariño he hecho.